miércoles, 28 de noviembre de 2012

RECORTE EN MALTRATO, RECORTE EN VIDA

 A estas alturas de crisis y de gobiernos regidos por Europa ya estamos acostumbrados a recortes y a reformas de todo tipo que no suelen favorecernos a los ciudadanos de a pie, pero ¿Nos hemos parado a pensar las posibles repercusiones de esos cambios en otros ámbitos como la lucha contra el maltrato?

Resulta claro y ampliamente comentado el enorme recorte en inversión social de estos, los llamados "Presupuestos más sociales de la historia" por nuestro gobierno. De este hecho se derivan la reducción del presupuesto de entidades públicas que luchan contra el maltrato y en la mayoría de los casos la anulación de las subvenciones a entidades privadas también dedicadas a esta labor. Como consecuencia esta entidades ven reducidos su personal y sus capacidad de acción, no solo en intervención sino también en prevención, y como siempre las más afectadas son las víctimas de maltrato.

El último paso viene dado por las reformas a nivel judicial, que sin duda tienen una repercusión importante en este tipo de casos y citando a la presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género: " Serán un freno y un obstáculo para que las mujeres víctimas de violencia machista denuncien sus casos ante el juez".

Es cierto que los delitos de índole penal no implican una tasa pero sí los civiles, tales como las demandas de separación o divorcio. Este hecho y teniendo en cuenta la dependencia económica que en la mayoría de casos suelen tener las víctimas implica un añadido más a la ya de por si complicada decisión de denuncia. Además de las tasas existe el añadido de la situación actual de la economía que hace que la víctima se replantee muy mucho la denuncia por las dificultades que percibe para rehacer su vida. 

Otro aspecto negativo y perjudicial para situaciones de maltrato sería la eliminación del código penal de la falta de vejación injusta ( "No vales para nada", " Cállate, que no te mereces nada"). Este tipo de vejaciones suelen ser los primeros indicios de maltrato y su despenalización implica probablemente un aumento de los casos que ya de por sí son bastantes alarmantes.

En está reforma judicial se dota al juez de la capacidad de acordar una mediación cuando se suspenda la ejecución de la pena en estas causas, medida contraindicada en este tipo de casos y prohibida por la Ley de 2004.

Como reflexión e independientemente de nuestras ideas políticas creo que una cosa queda clara, en estos momentos estamos sufriendo una serie de recortes impuestos por otros países que no conocen la realidad de la sociedad española pero parece que los políticos españoles tampoco. Vamos a ser responsables, legislar por legislar nunca ha sido buena idea y aunque las cosas que no funcionan deban ser cambiadas eso no implica cambiarlas todas porque al final los más afectados, sin duda, son los ciudadanos y en este caso concreto, las víctimas de maltrato ya han sufrido bastante.

                                                                                                                 Pedro Cortés

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