miércoles, 20 de marzo de 2013

LA COERCION SEXUAL EN RELACIONES DE PAREJA ADOLESCENTES

La coerción sexual entre los adolescentes, se ha convertido en un importante problema en nuestra sociedad, tanto por su amplitud como por las consecuencias que a menudo de ella se derivan.

El término coerción sexual hace referencia a cualquier tipo de conducta que se ejerce para forzar la voluntad sexual de otra persona, independientemente de qué estrategia coercitiva se haya empleado, de si la conducta sexual buscada tiene finalmente lugar o no y de las características de la misma, en caso de que se produzca.

Los factores que se han vinculado con el hecho de que los varones pongan en marcha estrategias sexualmente coercitivas se ve incrementada en la medida en que converjan en él ciertas actitudes de hostilidad y deseos de dominar y controlar a las mujeres (masculinidad hostil) y una mayor predisposición e interés hacia las relaciones sexuales en ausencia de compromiso o alguna forma de vinculación emocional (sexo impersonal).

Se ha considerado la necesidad de desarrollar estrategias eficaces para la prevención de la coerción sexual en esta etapa del desarrollo. Entre las diferentes posibilidades existentes a la hora de prevenir estos compotamientos en los adolescentes, los programas educativos han sido y son, sin duda los que se han implementado com mayor frecuencia, focalizándose fundamentalmente en la coerción sexual ejercida entre conocidos e iguales. Los objetivos que se han planteado en ellos es tratar de promover el cambio de actitudes y creencias negativas acerca de las relaciones interpersonales, en general, y acerca de la coerción sexual, de forma más concreta; de enseñar estrategias para reducir el riesgo de ser agresor, de desarrollar estrategias para empatizar, ayudar y apoyar de forma más eficaz a las posibles víctimas; o de animar a los chicos a revelar y hablar de las situaciones coercitivas en las que se hayan podido ver implicados como víctimas.

En definitiva, se trata fundamentalmente de que los adolescentes tomen conciencia y valoren la necesidad del consentimiento mutuo en las interacciones sexuales, a la vez que lleguen a entender que cualquier avance sexual que la otra persona haya rechazado por cualquier medio, se convierte en un acto de coerción sexual.

Rocío Gay

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